prometí morir
prometí esperar
para escuchar de donde soplaba el viento tu nombre
y me cumplí un silencio profundo para verte a ciegas en el fondo del mar
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¿Quién te dijo, María, que dejó de existir el palpitar, que es prohibido el deseo y qué debes callar...?, si a penas, es el instinto de fémina que te habita...
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