No fue un deseo desquiciado
Fue el deseo consciente de ser
el anhelo cuerdo de saberte
el deseo de amarte y morir
No fue un deseo fortuito
Fue pedir internarme en tus venas
conocer tu tierno palpitar
entender tu lenguaje de amor
No fue un deseo del destino
Fue el deseo de esperarte
de olvidarte para siempre
fue el deseo encontrarte con mi alma sin dolor.
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